Resumen
El
feminicidio se define como el asesinato de una mujer, por el hecho de serlo, es
decir, por su condición de género. A lo largo del tiempo, ha representado un
símbolo de imposición de control y poder sobre las mujeres.
En
los últimos años, la taza de feminicidios en México y en particular en el
estado de Puebla, ha ido en aumento.
Sin
embargo, y pese al incremento de los actos de feminicidio, la información sobre
ellos, en los diferentes estados de la república mexicana, no es la adecuada,
pues no existe un registro claro sobre el número de casos existentes, lo cual,
no permite realizar un estudio completo. Por un lado, se encuentran estados con
mayor difusión sobre los feminicidios, y por otro, estados, como Puebla con
escasa información sobre el tema. Por
ello, el objetivo del presente artículo, es analizar la información existente,
en notas periodísticas, a fin de ampliar el panorama respecto a este fenómeno y
a las formas de prevención, a través del estudio del perfil de los feminicidas.
Los
resultados obtenidos arrojan que los hombres que cometen los feminicidios,
después de tener un historial de misoginia, actos violentos y agresiones,
comparten características comunes, derivadas del contexto y de factores
socio-culturales, educativos, y de género.
Se
concluye que el feminicida se construye a partir de un conjunto de factores
ideológicos, sociales, familiares y ambientales, aunado a la presencia de
trastornos de la personalidad en diferentes dimensiones.
Abstract
Femicide is
defined as the murder of a woman, by the fact of being, that is, by their
gender. Over time, it has been a symbol of imposition of control and power over
women.
In recent years,
the rate of femicide in Mexico and particularly in the state of Puebla, has
been increasing.
However, despite
the increase in acts of femicide, the information about them, in different
states of the Mexican Republic, is inappropriate, since there is no clear
record on the number of existing cases, which does not allow a full study. On
the one hand, states with the highest circulation on femicide, and secondly,
states like Puebla little information on the subject are. Therefore, the
objective of this article is to analyze the information in newspaper articles,
to broaden the outlook on this phenomenon and ways of prevention, through the
study of the profile of femicide.
The results
throw that men who commit femicide, after having a history of misogyny,
violence and aggression, share common characteristics derived from the context
and socio-cultural, educational factors, and gender.
It is concluded
that femicide is constructed from a set of ideological, social, family and
environmental factors, coupled with the presence of personality disorders in
different dimensions
Palabras clave:
Feminicidio, perfil del feminicida,
violencia, misoginia.
Introducción
Hablar
de feminicidio es hablar de una gran cantidad de factores y cifras que van
aumentando conforme pasa el tiempo. México es
uno de los 5 países de América Latina que tienen las tasas más altas en
feminicidio. Según cifras recientes, 14 países latinoamericanos aparecen entre
los 25 más elevados.
De acuerdo al Observatorio Nacional de Feminicidios
(OCNF), hasta el 2015, son más de 2 mil 299 casos de feminicidio los que se han
registrado en el último año, concentrándose el mayor número en el Estado de
México. Otros estados que figuran en la lista de la mayor cantidad de
feminicidios registrados son: Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Jalisco,Oaxaca,
Puebla y Sinaloa.
Sin embargo, y pese a lo preocupante de las cifras, solo el 24
por ciento de estos casos han sido sometidos a un proceso de investigación,
esto se debe a múltiples factores, uno de ellos radica en la falta de procesos
adecuados de actuación e investigación.
Eva Brath señala, en :” Feminicidios
en México Organizaciones de derechos de las mujeres y derechos humanos luchan
contra la “cultura del silencio”(2011) , que, según datos proporcionados por el
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Historia (INEGI), entre los años
2000 y 2009 fueron asesinadas 12.636 mujeres. La organización de la sociedad
civil Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), que ha
documentado estos asesinatos en 17 de las 32 entidades federativas, señala
también la alarmante tendencia a la alza de este delito. Así, según datos de la
organización, entre enero de 2007 y diciembre de 2008 fueron asesinadas
violentamente 1.221 mujeres; en el período comparativo más breve de enero de
2009 a junio de 2010 eran ya 1.728. En Ciudad Juárez, al norte del país, ya en
1993 una mujer era asesinada cada 12 días.2 En la actualidad, en ese lugar se
asesina a una mujer cada 20 horas.
En el caso del estado de Puebla, la
información sobre las estadísticas, no ha tenido mucha difusión. De acuerdo a
Aranzazú Ayala en: “Las mujeres que faltan en Puebla”, oficialmente,
de agosto a diciembre de 2013, en cuatro meses, desaparecieron 87 personas en
Puebla. De enero a marzo de 2014, en tres meses, desaparecieron 90 personas. Y
para junio la cifra subió a 208.
Se
observa una gran diferencia en los casos documentados en los diferentes estados
de la república, tal es el caso de Ciudad Juárez y Puebla. En el primero, las
investigaciones arrojan que la edad predominante de las mujeres asesinadas es
entre 20 y 40 años, siendo en su mayoría, trabajadoras de maquilas con salarios
bajos. Como características del perfil de los feminicidas en este estado, se
encuentran, el mismo lugar de residencia y similar perfil socio económico que
el de sus víctimas. Así mismo, se encuentra una relación de los lugares con
mayor frecuencia de feminicidios y el grado de inseguridad y operaciones del
crímen organizado, sin embargo, y como lo menciona Eva Braths: “En cualquier caso resulta simplista
reducir la compleja interacción de numerosos factores que desembocan en la
violencia contra mujeres a la respuesta estándar del “crimen organizado”.
En cuanto al estado de Puebla, de
acuerdo a Aranzazú Ayala, las edades críticas en las que las muchachas
desaparecen en el estado de Puebla son de los 13 a los 18 años, y después en
menor porcentaje de los 22 a los 23.
De 2013 a 2015 suman 125
feminicidios en el estado de Puebla, es decir que cada mes mueren más de cuatro
mujeres de manera violenta, de acuerdo con un análisis hemerográfico que
realiza el Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr).
De acuerdo a los datos recabados de éste observatorio, en lo que
va de este año la organización contabilizó 15 asesinatos violentos de mujeres,
que podrían considerarse feminicidios.
Según el observatorio, durante 2013 se cometieron 50 feminicidios
en el estado de Puebla, mientras que para 2014 fueron 60 casos los que se
documentaron a través de notas periodísticas. Lo cual representa un incremento
de 20 por ciento en tan sólo un año. El año pasado cinco mujeres fueron
asesinadas de forma violenta cada mes y para este año la tasa bajó a poco menos
de 3.7 feminicidios al mes. Al menos cuatro de cada diez casos ocurrieron en la
capital del estado.
En este 2015, de los 15 casos que se tienen registrados seis
ocurrieron en la ciudad de Puebla, dos en Coronango, uno en San Andrés Cholula,
uno en Xicotepec, otro en Tepeaca, otro en Tehuacán, uno más en Izúcar de Matamoros
y otro en Tepeyahualco.
De
acuerdo al “Estudio de la implementación del delito de feminicidio en México:
causas y consecuencias 2012-2013” (OCNF),
en cuanto a la situación de violencia contra las mujeres en el estado de
Puebla se encuentra sobre la media nacional con 47.95% (951 390) de mujeres de
quince años que sufrieron algún tipo de violencia a lo largo de la relación con
su última pareja, ya sea violencia emocional, económica, física o sexual.
Así
mismo, dentro de las estadísticas dadas a conocer por el Observatorio Ciudadano
Nacional del Feminicidio, el 32% de las mujeres murieron como consecuencia del
uso excesivo de la fuerza física, como golpes, heridas, quemaduras,
degolladuras, etc.
En
cuanto a la relación de la víctima con su victimario 12% de las mujeres tenían
una relación de pareja mientras que 2% de las mujeres fueron asesinadas por un
familiar y otro 2% por un conocido. Finalmente, sobre el lugar del hallazgo en
el 44% de los casos las mujeres fueron halladas en un lugar público o la vía
pública.
Preocupa
que sólo seis casos fueran investigados como feminicidio, si se tiene en cuenta
que por lo menos en 44% (22) de los casos existen características propias de
este delito; sin embargo, esto se debe en gran parte a la inadecuada
tipificación del delito de feminicidio. (Estudio de la implementación del
delito del feminicidio en México, Causas y Consecuencias, 2012-2013, 2014)
Marco Teórico
Dentro
de todos los tipos de violencia hacia la mujer que han sido investigados y
clasificados, se encuentra un notable incremento en uno de ellos, un concepto de
hace mucho tiempo, con un término, relativamente nuevo, que engloba todos los
tipos existentes, y que se ha convertido en la mayor amenaza en la actualidad,
para las mujeres de América Latina.
Para
especificar estos crímenes, se introdujo el término “feminicidio”. El
feminicidio designa los asesinatos de mujeres cometidos por hombres y
únicamente por razón de su sexo, es decir, el motivo se debe encontrar en el
menosprecio u odio extremo hacia las mujeres. (Brath, 2011)
De
acuerdo a Nelson Arteaga Botello, en “Contextos socioculturales de los
feminicidios en el Estado de México: Nuevas subjetividades femeninas”, (2010)
,el feminicidio no es algo nuevo, pues la dominación en relaciones de género a
lo largo del tiempo han existido, perpetuando así la violencia contra las
mujeres. Sin embargo, de acuerdo a Arteaga Botello, el incremento en el número
de feminicidios en la actualidad, puede deberse a la participación de las
mujeres en situaciones sociales que anteriormente, eran estrictamente
masculinos.
Como
lo menciona Eva Brath,(2011) el concepto del feminicidio se relaciona sobre
todo con el objetivo de exigir una comprensión política de la violencia contra
las mujeres, y de hacer visible la dimensión pública de un crimen que con
frecuencia queda proscrito al espacio privado o que es mantenido en el silencio
más absoluto
El
término feminicidio pone énfasis en porque son asesinadas las mujeres y quienes
son los victimarios. La violencia de la mujer, es considerada en México, como
una conducta antijurídica, penalizada, de acuerdo al Observatorio Ciudadano
Nacional del Feminicidio en “Estudio de la implementación del tipo penal del
feminicidio en México (2014): “En este sentido, con la tipificación del
feminicidio se busca que, a través del Derecho Penal, se protejan los bienes
jurídicos o derechos que son vulnerados cuando se priva de la vida a una mujer
por razones de género.”
Hablar
de feminicidio es hablar de violencia. Violencia que es construida socialmente
y que abarca una gran cantidad de factores.
De
acuerdo a la definición de la organización mundial de la salud, la violencia es
“ el uso intencional de la fuerza o poder,
intencional o actual, en contra de uno mismo, en contra de una persona, o en
contra de un grupo o comunidad que tiene como resultado o alta probabilidad de resultados, heridas,
muerte, daños psicológicos, perturbación del desarrollo o de privación.
En
relación al tema de la violencia y su construcción social, como lo menciona
Velazquez, Susana en “Violencias Cotidianas” (2013)” la asunción estereotipada
de los roles de género, las expectativas sociales acerca de varones y mujeres,
llevará al ejercicio y al abuso de poder, y esto determinará una desigual y
diferencial distribución de poderes generando otra de las causas centrales de
la violencia de género”
En
relación a las causas y factores que desencadenan que un hombre cometa un
feminicidio, el estudio: factores psicosociales en hombres internos por
feminicidios en el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria en República
Dominicana”, (2011)
en el cual se establece lo siguiente: “La violencia feminicida es el último
escalón de la violencia de género que funciona como la punta del Iceberg de un
problema que desborda los límites para
poder calificar como una gran epidemia”.
Estudios como el realizado en Santo Domingo,
ponen en relieve que, mas que la enfermedad o trastornos mentales, se ha
encontrado con mayor frecuencia la presencia de trastornos de personalidad.
Por
definición: un trastorno de personalidad es: una forma inadaptable, estable y
duradera que se mantiene más allá de unas condiciones específicas ambientales.
Los
trastornos de personalidad están descritos en el manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales (DSMIV-TR). Entre ellos se encuentran:
trastorno paranoide de la personalidad, trastorno esquizoide, trastorno
esquizotípico trastorno anti social, trastorno histriónico, trastorno límite,
trastorno narcisist , trastorno de personalidad por evitación, trastorno de
personalidad por dependencia, trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad,
entre otros.
De
acuerdo al “Estudio de la implementación del delito de Feminicidio en México:
Causas y Consecuencias, 2012, 2013 (OCNF)
con el estado de Puebla se considera feminicidio cuando se priva de la
vida a una mujer y: el sujeto activo lo comete por odio o aversión a las
mujeres; el sujeto activo lo comete por:
-
Celos extremos respecto a la víctima.
-
Odio o
aversión a las mujeres
Es
importante considerar que en la mayoría de los casos de feminicidio los
agresores tendrán siempre una justifIcación que culpe a las víctimas de su
propio asesinato, que se valida en la violencia estructural que reproduce una
serie de estereotipos que justifican y naturalizan la violencia contra las
mujeres:
Metodología
El
presente artículo se realizó mediante la revisión de notas periodísticas, en un
estudio cualitativo y exploratorio.
El
periodo histórico comprendido para la revisión, incluye del 13 de noviembre del
2013 al 15 de abril del 2015.
La
población comprende a las mujeres asesinadas en el Estado de Puebla y en los
municipios de: Amozoc, Acajete e Izúcar de Matamóros.
Los
casos de los feminicidios revisados en las notas periodísticas fueron los
siguientes:
-15
de abril del 2015. Raquel Torres Pavón, 34 años. Asesinada por un compañero de
trabajo. Método: Ahorcamiento.
-20
de marzo del 2014: Judith Coatl Cuaya, egresada de la facultad de Psicología.
Asesinada por su pareja.
-30
de enero del 2014: Karla López Albert. Asesinada por su pareja. Método:
Ahorcamiento.
-13
de Noviembre del 2013. Araceli Vázquez Barranco. Asesinada por su pareja.
Método: Apuñalamiento.
-Maricela
Torres. Asesinada por su pareja.
Así
mismo, la realización de la investigación presente, se apoyó en los resultados
encontrados en el estudio: factores
psicosociales en hombres internos por feminicidios en el Nuevo Modelo de
Gestión Penitenciaria en República Dominicana”, (2011). Este estudio se realizó
por medio de : entrevistas semi estructuradas, junto con el inventario
Multifásico de personalidad 2(MMPI2)
Resultados
A
través de la revisión hemerográfica se obtienen los siguientes resultados:
-
Las notas periodísticas que narran los
acontecimientos del Estado de Puebla, no contienen mucha información acerca de
la historia de los victimarios.
-
En la mayoría de ellos, se
encuentra que después de las parejas, los victimarios fueron familiares y
conocidos de las víctimas, cuyas edades oscilaban entre 20 y 30 años de edad.
-
No existe información sobre el perfil de los
feminicidas, sobre su historia, antecedentes familiares y personales o estudios
psicológicos que puedan indicar la presencia de algún trastorno.
-
Así mismo, la
información que existe, indica, los nombres de las víctimas, sus edades, y el
nombre completo y edad de su agresor. Sin embargo ninguno de ellos está siendo
procesado o está encarcelado.
-
Los hechos narrados en las notas
periodísticas, señalan un hecho anterior a que ocurriera el feminicidio, como
una discusión, embarazo , o ruptura de la relación por parte de la mujer.
-
En los casos de las mujeres
asesinadas por sus parejas, cuando los familiares iban a presentar la denuncia
diciendo el nombre del agresor, tenían que justificar la actitud de las
mujeres, presentando pruebas de que su conducta no había provocado el
homicidio. Tal como es mencionado en la siguiente nota periodística:
“ Emma, la
hermana de Judith, lamentó la “insensibilidad” de las autoridades y el nulo
trabajo para localizar a Judith, “nos tratan como si primero tuviéramos que
convencerlos de que mi hermana era una mujer de bien, responsable y decente “,
para que inicien las investigaciones.”
-
La presencia de los medios de comunicación en los casos que han
sido resueltos, ha sido de gran importancia para que se realicen seguimientos a
los casos:
“Lourdes Pérez
Oseguera, responsable del Programa de Género y VIH de la Ibero Puebla,
consideró que el feminicidio de Karla López Albert se resolvió por la
movilización de las autoridades judiciales debido a la fuerte presión mediática
y familiar de la que fueron objeto. Sin embargo, no todas las familias de las
víctimas cuentan con ese apoyo, ni con los recursos económicos para exigir una
respuesta.”
Debido
a la falta de información sobre el tema, se realizó revisión de un estudio de
República Dominicana (Factores Psicosociales en hombres internos por
feminicidios en el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria en República
Dominicana”, 2011) en el cual, se indica, que no hay un perfil único de agresores. Cada
uno tiene su estilo, pero si comparten características en común.
Dicho
Estudio, arroja que además de existir diversos trastornos con características específicas
(esquizoide, por evitación, histriónico, etc.), hay puntos comunes en los
agresores, clasificados en una “tipología del agresor”. De acuerdo a esta
tipología, son tres sub tipos de agresores los que existen: Violento solo en la
familia / Borderline Disfórico, y Violento en general (anti social)
Así
mismo, se toman en cuenta en éste estudio algunos factores incidentes de la
violencia, tales como:
-Personales:
Conductas deshinibidas, hiperactividad, impulsividad, déficit de atención y
baja empatía, unido a un nivel de autoestima inestable.
-Familiares:
Incluyendo lazos familiares deficientes, modelos o roles paternos violentos,
desorganización familiar.
-Escolares
y Laborales: Pobres logros educativos, frustración laboral y desempleo.
-Ambientales:
Desorganización comunitaria, crisis económica, aceptación social de la
violencia.
De
acuerdo a la revisión metodológica, y a los resultados presentados
anteriormente, el presente artículo, propone como perfil del feminicida, el
siguiente:
-
Edad entre 20 y 30 años de edad.
-
Altos niveles de celos.
-
Presencia de trastornos de personalidad
-
Falta de información sobre prevención de
violencia, tanto en víctimas, como en victimarios.
-
Se identificaron fases cíclicas de violencia
en los agresores.
-
Altos niveles de celos
-
Violencia Predominante
-
Altos niveles de depresión / disforia e ira
con base ansiosa.
-
Ambivalencia con mujer / pareja
-
Apego temeroso
-
Impacto dominante de ciertos temas de
conflictos en la pareja, como son: temas relacionados con hijos, relaciones
sociales.
-
Fácil acceso a armas.
-
Inicio temprano de acciones violentas por
parte de los victimarios.
-
Violencia feminicida como resultado de un
proceso de escalada y no como un acto criminal casual de un día.
-
Bajo nivel de escolaridad de los victimarios
y la superioridad de las víctimas en este aspecto.
-
Escasez de información sobre prevención de
violencia presente en los victimarios.
Conclusiones
Dentro del panorama actual
de los feminicidios, se observan diferentes situaciones importantes, que es
necesario tomar en cuenta para realizar acciones que lleven a la prevención.
Un
aspecto que destaca, es la falta de información existente, sobre todo en el
Estado de Puebla, tanto de los feminicidios que han ocurrido, como de los
factores que pueden desencadenarlos.
De la misma forma, tampoco existe información suficiente
sobre los victimarios, no hay estudios psicológicos sobre las causas o factores
que contribuyeron.
Todo esto, aunado al hecho de que los casos documentados sean
menores a los casos existentes, origina que se minimice el problema al no ver
la magnitud real del mismo.
Otro aspecto de gran relevancia es
que, el sistema para realizar la denuncia , pone
énfasis a la parte de responsabilidad de las mujeres, señalando la conducta
previa de ésta.
Esta situación continúa en el discurso popular e incluso en las notas
periodísticas, al señalar un hecho previo a la consumación del crímen.
Esto es consecuencia de un sistema de
construcción social que se ha venido reproduciendo, aunado a la falta de
educación existente sobre el tema.
A través del estudio realizado, se puede
inferir que si existiera mayor información acerca del tema y de la historia de
los victimarios, se podría contar con un sistema de evaluación a detalle que
estudiara los factores desencadenantes y posibles trastornos psicológicos.
Al existir dicha información, sería posible, identificarlos
e implementar programas, atendiendo aspectos, desde la violencia hacia la
mujer, para atender parejas disfuncionales donde existan agresores potenciales
Así mismo, es prioritario crear en Puebla, programas
de información y difusión de estos temas para crear una cultura en torno a la
protección de las mujeres
REFERENCIAS
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socioculturales de los feminicidios en el Estado de México: nuevas
subjetividades femeninas”, en Revista Mexicana de Sociología, vol. 72,
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Brath, Eva (2011). “Feminicidios en México.
Organizaciones de derechos de las mujeres y derechos humanos luchan contra la
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http://mx.boell.org/web/seguridad-ciudadana-1351.html, fecha de consulta
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“Estudio de la implementación del tipo
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Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.México.
Notas periodísticas: