“El
proxenetismo; un modelo social aprendido.”
Por: Psic. Viridiana Gabriela López
Ponce
La prostitución no es un fenómeno
reciente, esta práctica se ha observado desde hace muchos años atrás, donde
hombres con cierto perfil psicológico seducen a las mujeres, las enamoran y una
vez conseguido esto, logran persuadirlas para que comercialicen su cuerpo a
cambio de dinero. Se trata de una práctica evidentemente deshumanizada. La
trata de personas y la esclavitud sexual de mujeres representa una problemática
cada vez más frecuente, así como privación a la libertad de estas y la violación
a sus derechos humanos. Por medio del presente trabajo se analizarán las
consecuencias del impacto de observar una conducta, una práctica que se vuelve
“normalizada” y “permisiva” ya que el individuo crece interactuando con un
modelo que para el sistema en el que él se encuentra inmerso es “normal”. Se estudiará que tanto el sistema familiar de
un padrote, influye para que se perpetre esta práctica de
aprendizaje proxenetista en generaciones futuras.
Palabras clave: Aprendizaje, modelo social, proxenetismo.
ABSTRACT
Prostitution
is not a recent phenomenon, this practice has been observed many years ago,
where men with certain psychological profile seduce women, love and once
achieved, manage to persuade them to commercialize their bodies for money. This
is an obviously dehumanizing practice. Human trafficking and sexual slavery of
women represents an increasingly frequent problem and deprivation of freedom of
these and the violation of their human rights. Through this paper the
consequences of the impact of observing behavior is analyzed, a practice that
becomes "normalized" and "permissive" as the individual
grows interacting with a model for the system in which it is immersed it is
"normal ". We will study both the family system of a pimp, influences
for this practice of learning proxenetista future generations is undertaken.
Los seres humanos somos seres
interacciónales, nacemos y crecemos dentro de una sociedad, dentro de esa
sociedad existe otro sistema el cual es nuestra familia. En esta primera
instancia social que es nuestra familia y a la cual no elegimos porque nos es
dada a nosotros cuando nacemos, se encuentran las condiciones ambientales
indispensables para el aprendizaje de actitudes y conductas, vamos construyendo
el concepto del amor, conocemos y aprendemos a controlar nuestras emociones,
empezamos a socializar con el otro, adquirimos valores, creencias de lo que
está “bien” o “mal”. Es aquí donde introyectamos reglas, que orientan y guían
nuestra conducta en relación con otra persona o situación, estas son establecidas por los miembros y/o
sociedad con quien convive la persona, estas reglas sin duda impactan ya
que tienen que ver con el “deber” ser, a
raíz de esto se va construyendo la autoestima y personalidad del individuo.
Cuando somos niños estamos expuestos y
somos más vulnerables en los contextos que estamos inmersos, nuestra mente es
frágil y es como una “esponja” que absorbe todo lo que ve, lo que escucha, lo
que toca y/o percibe. Algunas teorías demuestran que el comportamiento de los
seres humanos, se adquiere por medio del aprendizaje, es decir es aprendido. La
conducta de un individuo se ve determinada por las personas y por el medio con
el que interactúa. Existen actitudes y comportamientos que socialmente no son
aceptados en algunas culturas, como es el caso de la explotación de mujeres. Nadie
elegiría de manera premeditada este estilo de vida lleno de riesgos y
conflictos. Sin embargo las familias lo aceptan porque no conocen otra forma de
convivencia, es decir, es un comportamiento y estilo de vida que se vuelve
“común” y que no lo perciben de manera negativa ya que el mismo medio los
acostumbro a este fenómeno presentado. Es por esto que es muy probable que si
en un sistema familiar se observa el “proxenetismo” este, se inculcará y heredará de la generación actual a
la siguiente.
Es importante señalar que cada sistema
familiar es único, y por tanto las pautas de interacción serán diferentes,
dependiendo de cuales sean estas, se reproducirán conductas, puede que sea una
conducta “funcional” o “disfuncional”, este criterio dependerá de la persona
que lo perciba, ya que para lo que alguien puede ser disfuncional a otra le
funcione correctamente, y no es porque este “mal” sino porque no conoce otra
forma de vivir, los seres humanos ante los escenarios aprendemos a acomodarnos
a estilos de vida para una
Es importante señalar que si el
entorno en el que nos desenvolvemos cuenta con determinadas características será
más probable que los individuos de estas se desarrollen en un ambiente más
“sano”. Por lo antes mencionado, si nosotros crecemos
observando algo, una conducta, una acción, será más factible que la imitemos y
posteriormente tiéndanos a repetirla en otras esferas sociales.
METODOLOGÍA
El método empleado en la siguiente
investigación será de tipo cualitativo, se explorará y se buscará comprender como
los factores familiares y sociales pueden influir para que se perpetre el
fenómeno del proxenetismo. Estudios anteriores afirman que las investigaciones
se han dirigido únicamente al estudio de las víctimas, es decir a las personas
que son obligadas a prostituirse, dejando de lado la construcción social que se
crea a partir de las interacciones sociales de cada familia, cultura y sociedad
del proxeneta.
MARCO
TEÓRICO
A lo largo de la historia se ha
estudiado desde diferentes enfoques la importancia que tiene el sistema
familiar y que tanto interviene para que
se adquieran y presenten determinados comportamientos funcionales o
disfuncionales. Virigina Satir estudio las relaciones humanas en el núcleo
familiar, ella en 1988 mencionaba que: “La familia puede ser el sitio donde
encontramos amor, compresión y apoyo, aun cuando falle todo lo demás; el lugar
donde podemos refrescarnos y recuperar energías para enfrentar con mayor
eficiencia el mundo exterior.” Una vez mencionado lo anterior surge en mí un
cuestionamiento ¿Cómo se puede cambiar el “chip” de un proxeneta que se está
iniciando en esta práctica, cuando es el mismo núcleo familiar quien lo
absorbe? La familia es sin duda ese lugar donde aprendemos a estar con el otro,
a respetar, a compartir, sin embargo también se puede dar un ambiente familiar
tenso, agresivo, como es el caso de las familias conflictivas, familias
“disfuncionales” como es el caso de las familias con un integrante que se
dedica al oficio del proxenetismo. Para las personas que percibimos el fenómeno
desde el exterior este hecho nos puede parecer aberrante, en cambio para las
personas que lo experimentan desde adentro del núcleo, es algo familiar, algo
común y normal que es por esto que no buscan ayuda a los demás círculos
sociales en los que participa, y aún si lo buscará podría darse el caso que los
otros círculos compartan también la misma ideología de vida, el querer dedicarse
a la explotación sexual de mujeres.
Según una encuesta publicada por Juan
Diego Quezada en el periódico “internacional” cuatro de cada cinco estudiantes del municipio de Tenancingo,
Tlaxcala, manifestaron querer dedicarse
a la trata de mujeres. En este municipio vive un hombre llamado Noé Quetzal Méndez el cual tiene 38 años, él es percibido por la comunidad
como un ejemplo a seguir, como un símbolo de admiración, ya que es uno de los
padrotes proxenetitas más influyentes de la zona. Los hombres de este municipio
del Estado
de Tlaxcala, en el centro de México, suelen casarse por
primera vez a los 14 o 15 años y a lo largo de su vida van acumulando noviazgos
y matrimonios con mujeres a las que poco a poco introducen en la prostitución.
El núcleo familiar es decir; padres, madres, abuelos, tíos, se encargan
de la empresa y cuidan de los niños que van naciendo, padrotes en potencia. “El
oficio de tratante de personas en este lugar es
hereditario, es un negocio familiar, que va pasando de padres a hijos, de
generación en generación.”
Por otra parte Albert Bandura un
canadiense, doctor en psicología, realizo un estudio llamado “El muñeco bobo”, en
este se proyectó una película ante un grupo de niños pequeños, en el cual una
joven le pega a un muñeco y le grita “Estúpido”. Posteriormente a esto, los
niños jugaron y ellos imitaron el comportamiento de lo que previamente habían
visto en la película.
De acuerdo con Bandura (1978) la
conducta humana se debe a un determinismo reciproco que implica factores conductuales,
cognoscitivos y ambientales, estos tres factores operan como determinantes
entrelazados entre sí.
Partiendo de este supuesto, podemos
inferir que cualquier conducta que sea observada en el medio ambiente donde se
desarrolle un individuo será aprendida por medio de la observación y traerá como consecuencia la imitación e influirá en la personalidad. En las familias en las cuales existe un
miembro o varios que se dedican al proxenetismo, posiblemente se observaría un determinismo reciproco.
Osvaldo Romero a los padrotes como
proxenetas y como una categoría laboral en donde:
“Los hombres de diferentes grupos
familiares se especializan laboralmente en prostituir mujeres como una forma de
obtener dinero; estos proxenetas inducen a mujeres de la región y de otras
partes de la República Mexicana. El fenómeno da paso con la ampliación de redes
laborales y de amistad con sujetos de la sociedad urbana que se dedican a la
prostitución femenina, que traban relaciones clientelares con agentes
judiciales del gobierno de donde obtienen protección. (Romero, 2002: 176).
Se distinguen dos tipos de
aprendizaje: aprendizaje activo y el aprendizaje en vicario.
El primero consiste en aprender a
hacer por medio de la praxis, es decir se aprende haciendo. El segundo se
aprende observando a otros. Dependiendo de la historia de cada familia acerca
de cómo se empezó a realizar esta
práctica de explotación sexual se puede relacionar el tipo de aprendizaje
previo para su adquisición.
Kenneth Gergen en una de sus
compilaciones sobre el construccionismo social menciona que “todas las
proposiciones con sentido acerca de lo real y de lo bueno tienen sus orígenes
en las relaciones.” Sin duda alguna es
en el núcleo familiar donde se dan las primeras bases para la construcción de
las funciones que cumple un rol de género, en este caso a los hombres se les
inculca esta cultura de machismo, donde ellos gozan de un status más elevado
ante las mujeres, son ellos quienes tienen “fuerza”, quienes mandan, proveen y
quienes no pueden demostrar afecto o sentimientos de vulnerabilidad a los demás
y mucho menos a un género femenino. Los hombres que son proxenetas crecen en un
sistema de patriarcado el cual es una estructura social jerárquica que designa
un conjunto de similitudes en ideas, prejuicios, conductas y modos
interacciónales hacia las mujeres, este género masculino tiene la influencia
para dominar a un ser humano femenino.
Es decir, cuando hablamos de patriarcado,
hablamos también de un patrón que rige al género masculino y lo diferencia del
femenino. El género es un conjunto de características y roles que la sociedad
atribuye a un hombre y a una mujer, este nos da identidad. Desde pequeños se
enseña que existen diferencias entre un
hombre y una mujer, que van desde
diferencias físicas hasta comportamentales. Ponemos atención de cómo se
comporta mamá o papá y copiamos e imitamos ciertos modales, gestos y conductas
propias a la mujer u hombre. Partiendo desde la perspectiva de Gergen, se
podría decir que ser padrote es una práctica que se da a partir de diferentes constructos
sociales, constructos que se van observando estos hombres que se dedican al
proxenetismo, es por medio de un proceso de aprendizaje y es por medio de
esta práctica da al hombre de ese
sistema “masculinidad”, poder y admiración. Según Oscar Montiel en su tesis “trata de personas: padrotes, iniciación y
modus operandi” menciona que para ser considerados parte del grupo y ser
reconocidos como padrotes, deben recorrer y aprender una serie de puntos
comunes su actividad. Estos puntos o pasos pueden dividirse en iniciación y
modus operandi.
Dicho lo anterior, este oficio de
trabajo se pasa de padres a hijos, de generación en generación, los individuos
se ven “comprometidos” a tener que cumplir con la función hereditaria, ya que
si se salen del marco familiar, serían vistos como alguien que traiciona sus
orígenes de vida, familiares. Adoptan conductas, valores y habitos, que son
aprendidas y se van forjando desde su infancia, su conducta futura constituirá
el aprendizaje para “ejercer” algo que es humano desde su marco de referencia.
Es en el sistema familiar de cada
individuo donde se
construye la existencia y estilo personal de la vida de un individuo, sin
embargo esto no quiere decir que los seres humanos tengamos que vivir con lo
impuesto en nuestras experiencias previas, los seres humanos tenemos la
capacidad de movernos, de construir, de cambiar, y podemos modelar nuestro
pensamiento y conducta.
CONCLUSIÓN
El
sistema familiar en donde se desarrolla una persona es sumamente importante, este
tiene una gran influencia en la conducta de la misma, sus costumbres, valores,
creencias, miedos, sueños, son alimentados en este lugar de interacción. Es una
especie de intercambio donde se procura un equilibrio, es de gran importancia
ya que en este, por medio de acciones y reacciones dan como resultado una
dinámica familiar, que afectan el comportamiento de cada uno de los individuos
provocando un funcionamiento dentro de él.
Como conclusión me es de gran importancia trasmitir que las personas que
viven en lugares donde la práctica proxeneta es un fenómeno ordinario y que
cada vez va en aumento, se deben de implementar campañas de orientación a los
jóvenes, con el fin de que se enseñe que hay otro estilo de vida, otros muy
diferentes a los que estos están acostumbrados a ver, esto con el fin de que se
dé un cambio en la mentalidad y subjetividad que fue adherida a su personalidad
durante los primeros años de infancia, esto para que su referencia de vida se
expanda, que sus sueños y expectativas crezcan, que vayan más allá de lo que
conocen. Esto es una tarea compleja, ya que es algo con lo que ellos han
crecido, a lo que se han acostumbrado, sin embargo mientras exista una pizca de
fe en que un niño puede tener más aspiraciones que ser un padrote, puede
existir un cambio en generaciones futuras, al mismo tiempo no dejar de lado un
cambio en las reformas de la ley, ya que si esta práctica se penalizará se reducirían
los índices de explotación sexual en México, así como un cambio en la educación
de los servidores públicos, ya que ellos también deben de contribuir para que
no exista la corrupción y se observe una congruencia, congruencia que se
transmita socialmente, empezando por esta imagen de “poder” que se tienen de
ellos.
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