viernes, 28 de agosto de 2015

El proxenetismo; un modelo social aprendido

“El proxenetismo; un modelo social aprendido.”

Por: Psic. Viridiana Gabriela López Ponce



Resumen
La prostitución no es un fenómeno reciente, esta práctica se ha observado desde hace muchos años atrás, donde hombres con cierto perfil psicológico seducen a las mujeres, las enamoran y una vez conseguido esto, logran persuadirlas para que comercialicen su cuerpo a cambio de dinero. Se trata de una práctica evidentemente deshumanizada. La trata de personas y la esclavitud sexual de mujeres representa una problemática cada vez más frecuente, así como privación a la libertad de estas y la violación a sus derechos humanos. Por medio del presente trabajo se analizarán las consecuencias del impacto de observar una conducta, una práctica que se vuelve “normalizada” y “permisiva” ya que el individuo crece interactuando con un modelo que para el sistema en el que él se encuentra inmerso es “normal”.  Se estudiará que tanto el sistema familiar de un padrote,  influye  para que se perpetre esta práctica de aprendizaje proxenetista en generaciones futuras.

 Palabras clave: Aprendizaje, modelo social, proxenetismo.

ABSTRACT
Prostitution is not a recent phenomenon, this practice has been observed many years ago, where men with certain psychological profile seduce women, love and once achieved, manage to persuade them to commercialize their bodies for money. This is an obviously dehumanizing practice. Human trafficking and sexual slavery of women represents an increasingly frequent problem and deprivation of freedom of these and the violation of their human rights. Through this paper the consequences of the impact of observing behavior is analyzed, a practice that becomes "normalized" and "permissive" as the individual grows interacting with a model for the system in which it is immersed it is "normal ". We will study both the family system of a pimp, influences for this practice of learning proxenetista future generations is undertaken.


Introducción
Los seres humanos somos seres interacciónales, nacemos y crecemos dentro de una sociedad, dentro de esa sociedad existe otro sistema el cual es nuestra familia. En esta primera instancia social que es nuestra familia y a la cual no elegimos porque nos es dada a nosotros cuando nacemos, se encuentran las condiciones ambientales indispensables para el aprendizaje de actitudes y conductas, vamos construyendo el concepto del amor, conocemos y aprendemos a controlar nuestras emociones, empezamos a socializar con el otro, adquirimos valores, creencias de lo que está “bien” o “mal”. Es aquí donde introyectamos reglas, que orientan y guían nuestra conducta en relación con otra persona o situación, estas  son establecidas por los miembros y/o sociedad con quien convive la persona, estas reglas sin duda impactan ya que  tienen que ver con el “deber” ser, a raíz de esto se va construyendo la autoestima y personalidad del individuo.
Cuando somos niños estamos expuestos y somos más vulnerables en los contextos que estamos inmersos, nuestra mente es frágil y es como una “esponja” que absorbe todo lo que ve, lo que escucha, lo que toca y/o percibe. Algunas teorías demuestran que el comportamiento de los seres humanos, se adquiere por medio del aprendizaje, es decir es aprendido. La conducta de un individuo se ve determinada por las personas y por el medio con el que interactúa. Existen actitudes y comportamientos que socialmente no son aceptados en algunas culturas, como es el caso de la explotación de mujeres. Nadie elegiría de manera premeditada este estilo de vida lleno de riesgos y conflictos. Sin embargo las familias lo aceptan porque no conocen otra forma de convivencia, es decir, es un comportamiento y estilo de vida que se vuelve “común” y que no lo perciben de manera negativa ya que el mismo medio los acostumbro a este fenómeno presentado. Es por esto que es muy probable que si en un sistema familiar se observa el “proxenetismo” este, se  inculcará y heredará de la generación actual a la siguiente.  
Es importante señalar que cada sistema familiar es único, y por tanto las pautas de interacción serán diferentes, dependiendo de cuales sean estas, se reproducirán conductas, puede que sea una conducta “funcional” o “disfuncional”, este criterio dependerá de la persona que lo perciba, ya que para lo que alguien puede ser disfuncional a otra le funcione correctamente, y no es porque este “mal” sino porque no conoce otra forma de vivir, los seres humanos ante los escenarios aprendemos a acomodarnos a estilos de vida para una
Es importante señalar que si el entorno en el que nos desenvolvemos cuenta con determinadas características será más probable que los individuos de estas se desarrollen en un ambiente más “sano”.   Por lo antes mencionado, si nosotros crecemos observando algo, una conducta, una acción, será más factible que la imitemos y posteriormente tiéndanos a repetirla en otras esferas sociales.

METODOLOGÍA
El método empleado en la siguiente investigación será de tipo cualitativo, se explorará y se buscará comprender como los factores familiares y sociales pueden influir para que se perpetre el fenómeno del proxenetismo. Estudios anteriores afirman que las investigaciones se han dirigido únicamente al estudio de las víctimas, es decir a las personas que son obligadas a prostituirse, dejando de lado la construcción social que se crea a partir de las interacciones sociales de cada familia, cultura y sociedad del proxeneta.

MARCO TEÓRICO
A lo largo de la historia se ha estudiado desde diferentes enfoques la importancia que tiene el sistema familiar y que tanto interviene  para que se adquieran y presenten determinados comportamientos funcionales o disfuncionales. Virigina Satir estudio las relaciones humanas en el núcleo familiar, ella en 1988 mencionaba que: “La familia puede ser el sitio donde encontramos amor, compresión y apoyo, aun cuando falle todo lo demás; el lugar donde podemos refrescarnos y recuperar energías para enfrentar con mayor eficiencia el mundo exterior.” Una vez mencionado lo anterior surge en mí un cuestionamiento ¿Cómo se puede cambiar el “chip” de un proxeneta que se está iniciando en esta práctica, cuando es el mismo núcleo familiar quien lo absorbe? La familia es sin duda ese lugar donde aprendemos a estar con el otro, a respetar, a compartir, sin embargo también se puede dar un ambiente familiar tenso, agresivo, como es el caso de las familias conflictivas, familias “disfuncionales” como es el caso de las familias con un integrante que se dedica al oficio del proxenetismo. Para las personas que percibimos el fenómeno desde el exterior este hecho nos puede parecer aberrante, en cambio para las personas que lo experimentan desde adentro del núcleo, es algo familiar, algo común y normal que es por esto que no buscan ayuda a los demás círculos sociales en los que participa, y aún si lo buscará podría darse el caso que los otros círculos compartan también la misma ideología de vida, el querer dedicarse a la explotación sexual de mujeres.
Según una encuesta publicada por Juan Diego Quezada en el periódico “internacional” cuatro de cada cinco estudiantes del municipio de Tenancingo, Tlaxcala,  manifestaron querer dedicarse a la trata de mujeres. En este municipio vive un hombre llamado Noé Quetzal Méndez el cual tiene 38 años, él es percibido por la comunidad como un ejemplo a seguir, como un símbolo de admiración, ya que es uno de los padrotes proxenetitas más influyentes de la zona. Los hombres de este municipio del Estado de Tlaxcala, en el centro de México, suelen casarse por primera vez a los 14 o 15 años y a lo largo de su vida van acumulando noviazgos y matrimonios con mujeres a las que poco a poco introducen en la prostitución. El núcleo familiar es decir; padres, madres, abuelos, tíos, se encargan de la empresa y cuidan de los niños que van naciendo, padrotes en potencia. “El oficio de tratante de personas en este lugar es hereditario, es un negocio familiar, que va pasando de padres a hijos, de generación en generación.”
Por otra parte Albert Bandura un canadiense, doctor en psicología, realizo un estudio llamado “El muñeco bobo”, en este se proyectó una película ante un grupo de niños pequeños, en el cual una joven le pega a un muñeco y le grita “Estúpido”. Posteriormente a esto, los niños jugaron y ellos imitaron el comportamiento de lo que previamente habían visto en la película.
De acuerdo con Bandura (1978) la conducta humana se debe a un determinismo reciproco que implica factores conductuales, cognoscitivos y ambientales, estos tres factores operan como determinantes entrelazados entre sí.
Partiendo de este supuesto, podemos inferir que cualquier conducta que sea observada en el medio ambiente donde se desarrolle un individuo será aprendida por medio de la observación y  traerá como consecuencia la imitación  e influirá en la personalidad.  En las familias en las cuales existe un miembro o varios que se dedican al proxenetismo,  posiblemente se observaría  un determinismo reciproco.


 Osvaldo Romero a los padrotes como proxenetas y como una categoría laboral en donde:
“Los hombres de diferentes grupos familiares se especializan laboralmente en prostituir mujeres como una forma de obtener dinero; estos proxenetas inducen a mujeres de la región y de otras partes de la República Mexicana. El fenómeno da paso con la ampliación de redes laborales y de amistad con sujetos de la sociedad urbana que se dedican a la prostitución femenina, que traban relaciones clientelares con agentes judiciales del gobierno de donde obtienen protección. (Romero, 2002: 176).                                                           
Se distinguen dos tipos de aprendizaje: aprendizaje activo y el aprendizaje en vicario.
El primero consiste en aprender a hacer por medio de la praxis, es decir se aprende haciendo. El segundo se aprende observando a otros. Dependiendo de la historia de cada familia acerca de cómo se empezó a  realizar esta práctica de explotación sexual se puede relacionar el tipo de aprendizaje previo para su adquisición.
Kenneth Gergen en una de sus compilaciones sobre el construccionismo social menciona que “todas las proposiciones con sentido acerca de lo real y de lo bueno tienen sus orígenes en las relaciones.”  Sin duda alguna es en el núcleo familiar donde se dan las primeras bases para la construcción de las funciones que cumple un rol de género, en este caso a los hombres se les inculca esta cultura de machismo, donde ellos gozan de un status más elevado ante las mujeres, son ellos quienes tienen “fuerza”, quienes mandan, proveen y quienes no pueden demostrar afecto o sentimientos de vulnerabilidad a los demás y mucho menos a un género femenino. Los hombres que son proxenetas crecen en un sistema de patriarcado el cual es una estructura social jerárquica que designa un conjunto de similitudes en ideas, prejuicios, conductas y modos interacciónales hacia las mujeres, este género masculino tiene la influencia para dominar a un ser humano femenino.
 Es decir, cuando hablamos de patriarcado, hablamos también de un patrón que rige al género masculino y lo diferencia del femenino. El género es un conjunto de características y roles que la sociedad atribuye a un hombre y a una mujer, este nos da identidad. Desde pequeños se enseña  que existen diferencias entre un hombre y una mujer,  que van desde diferencias físicas hasta comportamentales. Ponemos atención de cómo se comporta mamá o papá y copiamos e imitamos ciertos modales, gestos y conductas propias a la mujer u hombre.   Partiendo desde la perspectiva de Gergen, se podría decir que ser padrote es una práctica que se da a partir de diferentes constructos sociales, constructos que se van observando estos hombres que se dedican al proxenetismo, es por medio de un proceso de aprendizaje y es por medio de esta  práctica da al hombre de ese sistema “masculinidad”, poder y admiración. Según Oscar Montiel en su tesis “trata de personas: padrotes, iniciación y modus operandi” menciona que para ser considerados parte del grupo y ser reconocidos como padrotes, deben recorrer y aprender una serie de puntos comunes su actividad. Estos puntos o pasos pueden dividirse en iniciación y modus operandi.
Dicho lo anterior, este oficio de trabajo se pasa de padres a hijos, de generación en generación, los individuos se ven “comprometidos” a tener que cumplir con la función hereditaria, ya que si se salen del marco familiar, serían vistos como alguien que traiciona sus orígenes de vida, familiares. Adoptan conductas, valores y habitos, que son aprendidas y se van forjando desde su infancia, su conducta futura constituirá el aprendizaje para “ejercer” algo que es humano desde su marco de referencia.
Es en el sistema familiar de cada individuo donde  se construye la existencia y estilo personal de la vida de un individuo, sin embargo esto no quiere decir que los seres humanos tengamos que vivir con lo impuesto en nuestras experiencias previas, los seres humanos tenemos la capacidad de movernos, de construir, de cambiar, y podemos modelar nuestro pensamiento y conducta.




 CONCLUSIÓN
El sistema familiar en donde se desarrolla una persona es sumamente importante, este tiene una gran influencia en la conducta de la misma, sus costumbres, valores, creencias, miedos, sueños, son alimentados en este lugar de interacción. Es una especie de intercambio donde se procura un equilibrio, es de gran importancia ya que en este, por medio de acciones y reacciones dan como resultado una dinámica familiar, que afectan el comportamiento de cada uno de los individuos provocando un funcionamiento dentro de él.  Como conclusión me es de gran importancia trasmitir que las personas que viven en lugares donde la práctica proxeneta es un fenómeno ordinario y que cada vez va en aumento, se deben de implementar campañas de orientación a los jóvenes, con el fin de que se enseñe que hay otro estilo de vida, otros muy diferentes a los que estos están acostumbrados a ver, esto con el fin de que se dé un cambio en la mentalidad y subjetividad que fue adherida a su personalidad durante los primeros años de infancia, esto para que su referencia de vida se expanda, que sus sueños y expectativas crezcan, que vayan más allá de lo que conocen. Esto es una tarea compleja, ya que es algo con lo que ellos han crecido, a lo que se han acostumbrado, sin embargo mientras exista una pizca de fe en que un niño puede tener más aspiraciones que ser un padrote, puede existir un cambio en generaciones futuras, al mismo tiempo no dejar de lado un cambio en las reformas de la ley, ya que si esta práctica se penalizará se reducirían los índices de explotación sexual en México, así como un cambio en la educación de los servidores públicos, ya que ellos también deben de contribuir para que no exista la corrupción y se observe una congruencia, congruencia que se transmita socialmente, empezando por esta imagen de “poder” que se tienen de ellos.



BIBLIOGRAFÍA

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