viernes, 28 de agosto de 2015

LAS OPORTUNIDADES SE DILUYEN. EL PROBLEMA DE DESEMPLEO EN EL ESTADO DE PUEBLA PARA LOS EGRESADOS DE EDUCACIÓN SUPERIOR

LAS OPORTUNIDADES SE DILUYEN. EL PROBLEMA DE DESEMPLEO EN EL ESTADO DE PUEBLA PARA LOS EGRESADOS DE EDUCACIÓN SUPERIOR

Erika López Rosas 
Resumen.
La educación superior en México ha representado por décadas un símbolo de estatus y un requisito para el éxito laboral, por lo que se convirtió en el ideal a alcanzar en todos los sectores sociales.
El imaginario colectivo mexicano, alimentado con estas ideas y con la creencia de que invertir en una licenciatura y más aún en un posgrado, potenciaría aún más al egresado universitario, ha impuesto un condicionamiento importante en los futuros profesionistas por parte de sus familias y el entorno social.
Sin embargo, esta situación contrasta con las condiciones del mercado laboral actual en México, que no tiene la capacidad de emplear a la gran cantidad de jóvenes universitarios ni la disponibilidad de hacer compatible el tipo de oferta y demanda de empleo en el país.
El choque entre expectativas y la realidad que experimentan quienes terminan sus estudios para incorporarse al mercado de trabajo provoca frustración en las nuevas generaciones de fuerza laboral en México.
La gran cantidad de requisitos que los empleadores actuales solicitan a los egresados se convierten en una paradoja que no deja salida a éstos últimos quienes deben aceptar puestos que no se relacionan directamente con su profesión o que no les ofrece una remuneración satisfactoria, siempre con la esperanza de encontrar algún día un empleo que cubra con todas sus necesidades.
En el presente artículo se explorará la realidad actual que impera en el Estado de Puebla en temas de desempleo y del acceso que tienen aquellos jóvenes adultos a un empleo que corresponda con el grado de preparación que poseen. Además de ello, se analizará el contexto nacional y los programas que ha implementado el Gobierno Federal para aumentar la taza de empleo y la relación que guardan estos con la realidad diaria de los jóvenes poblanos.

 Palabras claves.
Desempleo, educación, mercado laboral, profesionistas.

Abstract.
University level education in México has represented for decades a sign of social status and a must-be, in order to achieve professional success, so it became the ideal goal in every social class.
General perception in Mexico, tendered with these ideas and the belief that investing in a University major, and even in postgraduate studies, would strengthen  the University graduate, have imposed a great conditioning over future professionals by their relatives and social environment.
Nevertheless, this perception doesn`t match with the real conditions of the job market in Mexico, which seems unable to give job opportunities to the entire university graduate population, or even to make the job offer match the kind of jobs that this population demands.
The shock between expectations and reality that university graduates experience in order to become economically active develops frustration in the new generations of working classes in Mexico.
The huge amount of requirements that employers ask these university graduates in order to hire them, become in a paradox that leaves no exit to them, and they have to accept jobs that doesn`t relate with their profession or doesn`t offer them a satisfactory remuneration, always expecting to someday find a job that effectively pays for their needs.
In this article, I will explore the present reality that rules in Puebla State, in matters of unemployment, and access that young adults have to a job that matches the level of preparation that they have. Besides, I will analyze  the national context and some Government programs developed to raise the employment chances and the relationship that these have to the daily reality of young professional people from Puebla.

Introducción.
En términos laborales, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) divide a la población en económicamente activa (PEA) y económicamente inactiva (PEIA). La primera “son todas las personas de 12 y más años que en la semana de referencia realizaron algún tipo de actividad económica, o formaban parte de la población desocupada abierta” mientras que la segunda se refiere a personas que no están disponibles o no tienen interés en trabajar.  (INEGI).
Por su parte, la OIT (Organización Internacional del Trabajo) ubica a México con un nivel de desempleo  entre jóvenes del 50% siendo los recién egresados el grupo más vulnerable.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el primer trimestre de este año la población económicamente activa en México constó de 51,790,637 personas, de las cuales 49,305,839 se encuentran ocupadas en algún empleo. La mayor parte de dicho segmento de la población (47.8%) cuenta con estudios medio y medio superior mientras que únicamente el 18.7% de la población ocupada laboralmente en el país posee un grado universitario. (STPS, 2014)
En Puebla, de acuerdo al Comité Estatal de Información Estadística y Geográfica (CEIGEP), en 2014 la población económicamente activa consta de 2,649,956 personas, de las cuales 2,541,997 se encuentran ocupadas.
La población desocupada con estudios medio superior y superior asciende a 59,440 (CEIGEP, 2014)
De acuerdo a Eduardo Loría Díaz, en la conferencia ‘Coyuntura económica y mercados laborales’: “los jóvenes con menor tasa de desempleo son aquellos que pertenecen a clases populares y con niveles educativos básicos debido a que son ellos quienes están dispuestos a aceptar los bajos sueldos que se ofrecen en la mayoría de los empleos en México. Los jóvenes de niveles socioeconómicos medios-altos, con estudios superiores y experiencia laboral no están dispuestos a aceptar un salario inferior al que se habían mentalizado previo a su egreso”.
En el año 2010, los jóvenes de entre 15 y 24 años sumaban más de 21 millones, y aunque cada vez estaban mejor preparados, no lograban encontrar empleo o debían ajustarse a condiciones que no esperaban, como el 78.8% que no tuvo contrato en su primer empleo o quienes tuvieron que trabajar en condiciones de precariedad, en industrias informales o emigrar a otros países. (González Chávez, 2010: 147-149)
Los datos obtenidos de la página de la SUBSECRETARÍA DE EMPLEO Y PRODUCTIVIDAD LABORAL del Estado de Puebla reflejan que del año 2001 a la fecha el porcentaje de desempleo en jóvenes con formación media superior ha aumentado en un 20% ubicando a Puebla por arriba de la media Nacional con un 3.2% de desocupación, lo que hace suponer que, aunque las estadísticas oficiales reflejan que existen empleos en la entidad, éstos no están destinados a trabajadores con estas características.
Para José Ignacio Solano Rodriguez, rector de la Universidad Realística de México en entrevista, puntualizó sobre el tema: “No obstante, los esfuerzos de los tres niveles de gobierno, las universidades y el sector empresarial, la cifra va en aumento por el crecimiento poblacional que se registra en el país y el estado”,*  La situación actual que se presenta en el Estado, y en general en el país, es que los perfiles con los que los egresados cuentan no satisface a los empleadores que en la mayoría de las empresas internacionales ubicadas en este territorio, son de origen extranjero, como en el caso de Audi y los requisitos para ingresar a la armadora son sumamente rígidos.
El Presidente de la COPARMEX, Juan Quintana Gómez considera al respecto que las empresas no se dan “abasto” con la demanda que implica emplear a tantos jóvenes. *

*(Tomado de “http://www.e-consulta.com/)
Claramente el mercado presenta un desequilibrio. “Las empresas aprovechan la situación para contratar al personal más calificado, ofreciéndoles un menor
salario”. (Angulo Pico et. al, Julio-Septiembre 2012: 55). Se ve un fenómeno de sobreeducación, donde le es imposible al sistema económico generar puestos de trabajo acorde a las condiciones de capital humano.
Los crecientes niveles de subempleo y la mala calidad del empleo que se observa en todos los sectores económicos mexicanos son indicadores de un excedente de oferta de empleo, mientras que la demanda de éste aumenta a un ritmo mucho menos acelerado, impidiendo el aumento de los salarios generales en nuestro país. (Fujii y Candaudap, 2007: 211)

Marco Teórico.
Podemos definir al desempleo como “el ocio involuntario de una persona que desea encontrar trabajo.”
 Una persona se encuentra en situación de desempleo cuando cumple con cuatro condiciones:
1. está en edad de trabajar
 2. no tiene trabajo,
3. está buscando trabajo y
4. está disponible para trabajar.
Esto lleva a puntualizar que el desempleo no es algo que las personas desean, sino por el contrario se produce como algo involuntario relacional entre ellas y las empresas
De acuerdo a la literatura que aborda el tema, este término también hace referencia a la incapacidad que tiene el Estado a nivel económico para sostener a toda la fuerza laboral de un país.
En México, los programas destinados al fomento al empleo brindan capacitación para el autoempleo, vales de capacitación, etc; sin embargo están dirigidos a un sector de la sociedad que no considera a los egresados de licenciaturas y posgrados, más bien se enfocan en personas en situaciones vulnerables (pobreza por ejemplo) que necesitan un empleo que les permita satisfacer sus necesidades básicas, muy diferente a lo que los egresados están esperando de su primer empleo.
Para Adam Smith (1723-1790) el desempleo tenía que ver con una variación en los salarios de tal manera que cuando los salarios son altos se genera desempleo, mientras que si se mantienen bajos, existe más población con empleo.
La Teoría del empleo apoya este pensamiento y explica que la rigidez de los salarios hace que el desempleo aumente y al revés. Esto adquiere sentido al comprobar que los egresados de ambos grados universitarios que tienen la suerte de encontrar un puesto laboral, están sujetos a la oferta y por lo tanto se ven obligados a aceptar un empleo con un salario por debajo de lo esperado puesto que eso es lo que los empleadores ofrecen y que de no aceptarlo, inmediatamente entrarían a las interminables filas de desempleados de este país.
John Maynard Keynes, 1883- 1946) en su propia Teoría sobre el empleo postula que el ingreso está relacionado con el consumo y la inversión puesto que a mayor es uno, mayor es el otro y se atreve a brindar una propuesta con la que se pueda generar mayor empleo puesto que esto implica el aumento de la demanda global y por lo tanto la necesidad de las empresas de contratar más mano de obra para satisfacer las necesidades de consumo de la población, implementando un ciclo.
Carlos Marx (1818–1883) habla del Estado como el que debe regular y distribuir los recursos para establecer un sistema de producción planificada que incluya y haga participe a la población (proletariado).
Mankiw y Rabasco (p.437) atribuyen como causas del desempleo a cuatro factores principales:
1. el tiempo que pasa el trabajador buscando un empleo que se ajuste a sus gustos y necesidades.
2. la legislación sobre el salario mínimo. Al tener que pagar a trabajadores no aptos una cantidad establecida o mayor hace que la cantidad ofrecida de trabajo aumente y la demandada se reduzca, por lo tanto, el exceso de trabajo resultante es motivo de desempleo.
3. el poder de mercado de los sindicatos.
4. Según la  teoría de los salarios de eficiencia las empresas están dispuestas a pagar salarios por encima de la media para que el trabajador se “quede”, por lo que, al no haber rotación de personal, los puestos a los que los egresados quieren acceder ya están ocupados.
Encontramos además una clasificación del desempleo y dadas las condiciones a las que nos estamos refiriendo en el presente artículo, podemos suponer que el que se vive en el estado es del tipo Estructural pues éste se refiere a las diferencias que existen entre la oferta de trabajo y lo que pide el empleador para llenar esas vacantes.

Marco Contextual.

La OCDE establece que en nuestro país el sector más favorecido laboralmente son aquellos que accedieron únicamente hasta la educación primaria o  secundaria. Junto con Corea, México es  el país con más tasa de desempleo entre las personas con grados universitarios y que el tiempo promedio que estos jóvenes pasarán desempleados antes de colocarse en un empleo fijo será de aproximadamente tres años.
Se habla entonces de un porcentaje cercano al cincuenta por ciento de jóvenes egresados que no contarán con opciones de colocación en ninguna empresa del sector al que se especializaron. Hablamos de más de 90,000 jóvenes con estudios de nivel medio superior y superior en el Estado.
En Puebla específicamente se estima que el porcentaje de jóvenes que sí encuentran un empleo al egresar, se enfrentan a otra cuestión delicada: el sueldo. Dentro de la entidad se calcula que el promedio de ingresos oscila entre los cinco y quince mil pesos mensuales pero que tampoco constituyen una seguridad real para ellos puesto que están sujetos a la constante rotación de personal para evitar la antigüedad  o a la inconstancia de los pagos.

Puebla se encuentra en el área “B” según la STPS en el tabulador de salarios mínimos; por tanto, se establece que el salario mínimo sea de aproximadamente $66, sin embargo nos damos cuenta gracias a las estadísticas que no son los profesionistas los que tienen los mayores ingresos con respecto a esta media sino que son los operadores de trascabos o los mecánicos los que más ingresos tienen en comparación.
Este fenómeno puede ser entonces la razón por la que muchos jóvenes han tenido que aceptar empleos que no se relacionan con lo que estudiaron o en los que no se les remunera por su grado y que lo único que les ofrece es experiencia.
Una realidad que se da en Puebla es que ni las universidades ni el gobierno estatal se preocupan por este problema social.
La delegada de la Secretaría de Trabajo del Estado reconoce que no se destina parte del ingreso estatal para promover el ingreso de los jóvenes al mercado laboral. Hay pocos programas para ello y aunque se convoca constantemente a los jóvenes a Ferias de Empleo, la realidad es que en los empleos que se ofrecen no existen las oportunidades para aquellos con grados universitarios de licenciatura y mucho menos de maestría. *
Otro problema que encontramos a nivel estatal es que la actual administración ha promovido que no haya contrataciones abiertas es decir, que los puestos en los que podría haber jóvenes preparados, se coloca a personas “específicas” restándoles oportunidades.
 *(Tomado de http://sintesis.mx/articulos/83542/jovenes-con-estudios-sinonimo-de-desempleo/puebla)
El gobierno moreno-vallista está de acuerdo en impulsar programas que buscan integrar a los mexicanos al trabajo formal, es decir, a condiciones propias del neoliberalismo al que están sujetos todos los trabajadores de este país.

Metodología.

El objetivo de esta investigación, es comprender el fenómeno del desempleo en personas con estudios a nivel de posgrado. Dado que el tema del desempleo es un asunto relevante para el gobierno del estado, existe mucha información al respecto en diversas fuentes oficiales y privadas, por lo que, para recolectar y analizar la información existente, se abordará el proyecto desde dos estrategias de investigación. Por un lado se revisó material bibliográfico y hemerográfico así como diversos enlaces en internet para conocer la situación actual por la que atraviesa el Estado en materia de desempleo.
Se consultarán diferentes documentos, tanto oficiales, emitidos por organismos gubernamentales, como informativos de revistas y periódicos que se refieren a los datos sobre desempleo.
Por otro lado se utilizó la entrevista como medio para conocer la problemática que enfrentan las personas con nivel de educación superior al momento de buscar un trabajo, y como es que este nivel de educación modifica las expectativas y realidades del mundo laboral para ellos.
Para encontrar esta información, se entrevistará a personas que se encuentran dentro el segmento al que se dirige esta investigación, es decir, hombres y mujeres que cuentan con nivel de estudios de posgrado que estudiaron en universidades del Estado, y que en este momento se encuentran desempleados o subempleados, se utilizará una entrevista semiestructurada, y se hará un análisis cualitativo de las respuestas obtenidas.

La constante espera.

Siendo Puebla una de las ciudades más importantes a nivel nacional por la gran cantidad de industrias extranjeras que se han establecido en el territorio, sobre todo del ramo automotriz, tiene un lugar notable en las estadísticas en cuanto al desempleo en su población joven se refiere. Es además uno de los estados que cuentan con más universidades privadas en el país y de donde los jóvenes que se preparan en ellas comienzan a generar una identidad particular con la cual egresan pensando que la formación académica y los grados serán garantía para conseguir un empleo y además bien remunerado.Los egresados tanto de licenciatura como de maestría se han enfrentado a una realidad muy diferente a la que se les planteó en sus casas mater pues se vuelve cada vez más difícil colocarse en un “buen” empleo pues como se planteó anteriormente, los que hay no cubren las expectativas principalmente en el tema del salario.

            Sondeando con gente que conozco y que trabaja en el área de reclutamiento y selección de las empresas, también me han comentado que cuando ven un curriculum de alguien que cuenta con estudios de posgrado, lo descartan de inmediato y ni siquiera se comunican con esas personas, pues consideran que la empresa no puede pagar el salario que alguien de posgrado desea (esto basado en las suposiciones que hacen en las empresas sobre lo que alguien con posgrado desea obtener como salario).” (Entrevista con M. Maestro en Psicología del Trabajo y las Organizaciones por la UPAEP generación 2011; desempleado. 22 agosto de 2015).
Otra dificultad a la que se deben enfrentar resulta del hecho de que la gente que  está al frente de las empresas ocupando puestos importantes y bien remunerados ni siquiera cuentan, en muchas ocasiones con la preparación académica que el mismo puesto debería exigir y que, al modificar el perfil ellos pueden acceder al mismo.
Las empresas además buscan ante todo ahorrar costos y la especialización en un colaborador muchas veces no es tan necesaria, sobre todo si hay alguien que puede hacerlo por un costo mucho menor, es decir, una persona que no esté formada académicamente en eso pero que puede realizar el trabajo que la empresa requiere.
“Una razón más (…para no contratarme), es que prefieren contratar gente que tenga mucha experiencia, incluso aunque no cuenten con estudios de licenciatura, pues consideran que la experiencia es más importante que la formación académica, además consideran que la gente con posgrado tiene actitudes muy soberbias y sienten que saben mas que los demás.” (Entrevista con M. Maestro en Psicología del Trabajo y las Organizaciones por la UPAEP generación 2011; desempleado. 22 agosto de 2015).
Dentro del ambiente laboral se generan por supuesto las rivalidades incluso antes de que el candidato sea aceptado en el puesto y cuando los reclutadores reciben a uno que consideran apto, incluso más que ellos para algún puesto dentro de la empresa, utilizan el poder que ella misma les ha dado para rechazarlo pues la creencia social radica en que el que llegue muy probablemente querrá y podrá acceder a un puesto mayor a corto plazo y eso genera un costo mayor.
La falta de comprensión de algunas empresas sobre las habilidades de un especialista y los beneficios que éste podrá traer a la misma es otro de los problemas a los que se enfrentan los candidatos universitarios.
Además, los perfiles de puesto de algunas empresas exigen como requisito indispensable la experiencia comprobable y para los recién egresados eso resulta desalentador incluso para aplicar para el puesto. Los requisitos que ponen las empresas para la contratación parecieran cada vez más absurdos y complicados para las personas que tienen ganas de trabajar y que cuentan no solo con la formación académica sino con las capacidades personales para desarrollarse óptimamente dentro del mercado laboral, a pesar de ello se sigue elevando la tasa de desempleo en este sector de la población que se queda poco a poco sin opciones.
               “Si me preguntas si me arrepiento de haber estudiado una Maestría, en el plano personal no, pues me ayudó mucho en el crecimiento personal, sin embargo, profesionalmente es una de las peores decisiones que he tomado en mi vida, pues desde que la estudié, no he podido encontrar un solo empleo en donde se aprovechen estos estudios, y es una inversión muy fuerte que no ha generado absolutamente ningún rédito económico.” (Entrevista con M. Maestro en Psicología del Trabajo y las Organizaciones por la UPAEP generación 2011; desempleado. 22 agosto de 2015).
Resultados.
Las repercusiones de no conseguir un empleo aún cuando se ha invertido en ello tienen que ver con factores psicológicos, emocionales y sociales para los jóvenes desempleados puesto que no se genera un ingreso y por lo tanto tampoco un consumo, lo que merma la seguridad de la persona y lo desestabiliza, sobre todo si ya ha contado con un empleo y de pronto se lo quitan.
La desesperanza y desesperación provoca que muchos de estos profesionistas y maestros tengan que recurrir al subempleo y dedicarse a algo que no tiene relación alguna con lo que estudiaron perdiendo ahí tiempo y oportunidades de acceder a un puesto mejor.
La percepción de los jóvenes desempleados en la actualidad que cuentan con estudios universitarios, sobre todo los de posgrado es que la inversión no se ha podido recuperar y que se perdió tiempo valioso en la búsqueda de un empleo, pretendiendo que un titulo de grado mayor sería una llave de acceso directo a una mejor calidad de vida cuando en realidad ha sido todo lo contrario.

Conclusiones.
Se plantea entonces cuestionar,  como punto inicial la ideología  con la que las Universidades alimentan a sus alumnos, misma que no plantea una realidad social actual y que está presente todos los días a nivel mundial y con las que se les hace creer que entre más preparados estén tendrán mayores oportunidades de conseguir un empleo que les asegure el éxito profesional incitándolos a invertir no sólo tiempo sino también grandes cantidades de dinero para alcanzar una utopía en muchos casos.
Para combatir entonces este rezago tan significativo entre jóvenes profesionistas y especializados me parece que es necesario en primer lugar, que las instituciones que dan estos niveles de educación, ofrezcan opciones de empleo a sus egresados, buscar colocar a aquellos a quienes desarrollan, por otro lado, considero que no se debería de ofrecer la educación de posgrado a cualquier persona. Según lo que he podido observar con personas que estudiaron un grado mayor, aquellos que ya contaban con un empleo en el que se desenvolvieran en las áreas incluidas en los estudios de posgrado, obtuvieron ventajas sobre sus colegas, y en general se han desarrollado profesionalmente muy rápido gracias a la maestría, mientras que aquéllos que no contaban con un empleo que tuviera relación directa con los estudios, en general se encuentran estancados y luchando por oportunidades. Por lo tanto creo que las instituciones que ofrecen estos estudios, tienen la obligación de negar el ingreso a las maestrías a aquellos aspirantes que no cuentan con experiencia ni con un trabajo actual en el cual dicha maestría pueda ayudarlos a desarrollarse.
El Estado tiene, la otra parte de la responsabilidad en el tema y se hacen cada vez más necesarios los programas eficaces y efectivos que promuevan el empleo a todos los sectores de la población y no sólo a los más vulnerables económicamente hablando puesto que los jóvenes egresados de maestría se convierten automáticamente en población vulnerable desde el momento en el que no se abren los espacios para poder ejercer la profesión a la que le dedicaron tanto tiempo y esfuerzo. Me parece que este sesgo en la oferta laboral es un grave problema no sólo a nivel estatal sino federal y mientras no se considere como tal, los egresados estarán condenados a una lucha interminable por salir adelante.
 Bibliografía.
Fujii, G. y Candaudap, L. E. (2007). Salarios, productividad, competitividad y desempleo. En Empleo, ingreso y bienestar coordinado por Calva J. L. México. Miguel Ángel Porrúa, librero-editor.
Suárez Zozaya, M. H. (1999). Educación-empleo en México: elementos para un juicio político. México. Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa
Comité Estatal de Información Estadística y Geográfica (CEIGEP). (2014) Consulta dinámica del sistema estatal de estadísticas. Gobierno del Estado de Puebla. Recuperado el 15 de Agosto de 2015. Disponible en: http://ceigep.puebla.gob.mx/sest.php
De Vries, W. y Navarro, Y. (2011) ¿Profesionistas del futuro o futuros taxistas? Los egresados universitarios y el mercado laboral en México. Revista Iberoamericana de Educación Superior. México. UNAM/Universia. Vol. II. 4. Recuperado el 25 de Agosto de 2015. Disponible en: https://ries.universia.net/index.php/ries/article/viewarticle/71/de%20vries
Olivares Alonso, E. (Mayo 21 2014) El desempleo, mayor en jóvenes de clases medias o altas y con más estudios: experto. La Jornada. Sección Política. México. Demos, Desarrollo de Medios, S. A. de C. V. Recuperado el 21 de Agosto de 2015. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2014/05/21/politica/014n1pol
UNAM. (s.f.) Estudian el mercado laboral en México. México. La Jornada. DEMOS, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V. Recuperado el 22 de Agosto de 2015. Disponible en: http://ciencias.jornada.com.mx/noticias/estudian-el-mercado-laboral-en-mexico
Sánchez, Omar. (Agosto 17 2015) Prevalece el “Sueño Americano” en San Andrés. El Sol de Puebla. Sección Municipios. México. Recuperado el 25 de Agosto de 2015. Disponible en: http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/n3918316.htm
Cruz Ruiz, K. (Marzo 7 2013) ¿Eres feliz en tu trabajo? Puebla Online. Recuperado el 20 de Agosto de 2015. Disponible en: http://www.pueblaonline.com.mx/en_boca_de/?tag=desempleo#.Vd6myNN_Okp
Staff Puebla Online. (Marzo 24 2014) Inflación y desempleo en Puebla, a la alza, pero por debajo de la media. Puebla Online. Recuperado el 25 de Agosto de 2015. Disponible en: http://pueblaonline.com.mx/portal/index.php/actualidad/economia/item/3581-inflacion-y-desempleo-en-puebla-al-alza-pero-por-debajo-de-la-media
Mejía Peniche, E. (Julio 3 2015) Puebla necesita 20 empresas como Audi para frenar el desempleo. E-consulta.com Recuperado el 20 de Agosto de 2015. Disponible en: http://www.e-consulta.com/nota/2015-07-03/economia/puebla-necesita-20-empresas-como-audi-para-frenar-desempleo
Galindo, B. (Agosto 10 2015) Escasa educación y desempleo afectan a jóvenes poblanos. E-consulta.com. Recuperado el 20 de Agosto de 2015. Disponible en: http://www.e-consulta.com/nota/2015-08-10/sociedad/escasa-educacion-y-desempleo-afectan-jovenes-poblanos
Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Subsecretaría de Empleo y Productividad Laboral. (Agosto 2015) Información Laboral Puebla. Recuperado el 21 de Agosto de 2015. Disponible en: http://www.stps.gob.mx/bp/secciones/conoce/areas_atencion/areas_atencion/web/pdf/perfiles/perfil%20puebla.pdf
Los jóvenes frente al empleo y el desempleo: la necesaria construcción de soluciones multidimensionales y multifactoriales. Recuperado el 26 de agosto de 2015. Disponible en: http://biblio.juridicas.unam.mx/revista/pdf/DerechoSocial/19/art/art6.pdf


No hay comentarios:

Publicar un comentario